El
sitio web de la Iglesia de Dios restaurada (http://rcg.org/es/articulos/ttbsvd-es.html)
afirma que: “el Día de San Valentín es
otro intento de encubrir las costumbres pervertidas y las observancias de los
dioses paganos y los ídolos para cristianizarlos”. Así como lo ha hecho con la
Navidad, la Pascua florida, Halloween, el Año Nuevo y otras festividades.
Las
tradiciones y costumbres del Día de San Valentín tienen su verdadero origen en dos
festivales paganos de la historia antigua: Lupercalia y el día de fiesta de
Juno Februata.
Lupercalia
era conocida como la “fiesta de licencia sexual” y se celebraba el 15 de febrero
de cada año por los antiguos romanos en honor de Luperco, el dios de la
fertilidad y la agricultura, protector de manadas y cosechas, y de un poderoso
cazador quien, según los romanos, los protegería de los lobos que devoraban al
ganado y a personas.
Los
Luperci (sacerdotes masculinos) ayudados por las vírgenes vestales, conducían ritos
sacrificando cabras y un perro en la cueva de Luperco, en la colina de Palatina.
En este lugar los romanos creían que los gemelos Rómulo y Remo se habían
refugiado y habían sido alimentados por una loba. Los Luperci corrían por Roma
vestidos con un taparrabos hecho de piel de cabras, rociadas de su sangre, golpeando
a las mujeres con correas (februas) de la misma piel. Creían que estos azotes
purificaban a las mujeres y les garantizaban su fecundidad y un fácil
nacimiento.
Febrero
(procede de februa) era sagrado para Juno Februata, diosa de febris (“fiebre”)
del amor, de las mujeres y el matrimonio. El 15 de febrero, se ponían billetes
(pequeñas piezas de papel, que contenían el nombre de una adolescente) en un
contenedor. Los jóvenes adolescentes escogían un billete al azar. Los muchachos
y muchachas escogidos se convertían en “pareja”, uniéndose en juegos eróticos
en festivales y fiestas por toda Roma. Después del festival permanecerían como
parejas sexuales el resto del año. Esta costumbre fue observada por siglos en
el Imperio Romano.
En
494 D.C, el Papa Gelasio para cristianizarla decidió renombrar el festival de
Juno Februata como la “Fiesta de la purificación de la virgen María”. Se cambió
la fecha al 14 y después al 2 de febrero. Es también conocida como la
Candelaria, la presentación del Señor, la purificación de la virgen bendecida y
la Fiesta de la presentación de Cristo en el Templo.
Después
de que Constantino ordenó el cristianismo como la religión oficial del Imperio
Romano (325 D.C.), los líderes de la iglesia quisieron eliminar los festivales
paganos de la gente. Lupercalia era la primera en su lista. Pero los ciudadanos
romanos pensaban de forma diferente.
En
el año 496 D.C. la iglesia romana pudo, finalmente, hacer algo acerca de
Lupercalia. Incapaz de eliminarla, el Papa Gelasio la cambió al 14 de febrero y
la llamó el Día de San Valentín. Fue nombrada así por uno de los santos de esa
iglesia, quién en el año 270 D.C, fue ejecutado por el emperador debido a sus
creencias.
De
acuerdo a la Enciclopedia Católica, “por lo menos tres diferentes San Valentín,
todos ellos mártires, se mencionan en las primeros martirologios bajo la fecha
del 14 de febrero. Uno fue un sacerdote de Roma, otro fue un obispo de
Interamna (actualmente Terni), y estos dos parecen haber sufrido en la segunda
mitad del tercer siglo y haber sido sepultados sobre la vía Flaminia, pero a
diferente distancia de la ciudad… del tercer San Valentín, que sufrió en África
junto con un número de compañeros, no se conoce nada más”. Varias biografías de
diferentes hombres llamados Valentín fueron combinados en un San Valentín
“oficial”.
La
iglesia, decidió que, en lugar de poner los nombres de las muchachas en una
caja, los nombres de los “santos” fueron escogidos por muchachos y muchachas.
Era entonces la responsabilidad de cada persona imitar la vida del santo cuyo
nombre, él o ella, habían escogido. Fue un vano intento de Roma para “encubrir”
una costumbre pagana “cristianizándola”. Como puede observarse, ninguno de los Valentín
tiene nada que ver con la fecha tal como se le conoce actualmente.
Actualmente,
los hombres jóvenes practicaban una versión diferente, enviando a las mujeres
que ellos desean un mensaje romántico escrito a mano conteniendo el nombre de
San Valentín. Esta costumbre se popularizó y existen gran cantidad de tarjetas
del Día de San Valentín. Estas tarjetas contienen figuras impresas con fotos de
Cupido y corazones, meticulosamente decoradas con encaje, seda o flores.
Yo pienso que festejar este día a nombre de una persona que jamás existió es hacerle el juego a la iglesia. Y que fijar un día al año para patentizar nuestro cariño a nuestra pareja, parecería un poco egoísta, cuando deberíamos hacerlo todo el año. Sin embargo, finalmente, si a usted lo que le realmente le importa es festejar a su pareja en este día en especial, simplemente haga lo que considere que sea correcto y sea feliz.
¡FELIZ DÍA DEL AMOR Y LA AMISTAD!
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