Gustavo Adolfo Bécquer, pintado por su hermano Valeriano Bécquer, 1862 |
En
este artículo veremos la vida y obra de uno de los más grandes creadores de la
prosa lírica, Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida, mejor conocido como
Gustavo Adolfo Bécquer. Nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836; hijo del
pintor José Domínguez Insausti y de Joaquina Bastida Vargas. Tanto Gustavo
Adolfo como su hermano, el pintor Valeriano, adoptaron Bécquer como primer
apellido, procedente de su abuelo paterno.
Gustavo
fue un poeta y narrador español al que se le ubica en el movimiento del
Romanticismo tardío o posromanticismo. Su
obra más célebre son las Rimas y
Leyendas que alcanzaron la fama sólo después de su muerte.
Su
padre murió el 26 de enero de 1841, cuando el poeta sólo contaba con cuatro
años y, en 1847, fallece también la madre.
Gustavo
se va a vivir con su madrina, Manuela Monnehay Moreno, quien disponía de una selecta
biblioteca poética. Tras ciertos escarceos literarios en El trono y la nobleza
de Madrid y en las revistas sevillanas La Aurora y El Porvenir, marchó en 1854 a
Madrid. El poeta escribe, en colaboración con sus amigos Julio Nombela y Luis
García Luna bajo el seudónimo de Gustavo García, comedias y zarzuelas como “La
novia y el pantalón”, en la que satiriza el ambiente burgués y antiartístico
que le rodea, o “La venta encantada”, basada en Don Quijote de la Mancha.
En
1857, obtiene un modesto empleo dentro de la Dirección de Bienes Nacionales el
cual pierde. En 1858 conoce a la hermosa cantante de ópera Julia Espín quien
sería su musa. Gustavo se enamora y empieza a escribir las primeras Rimas, pero
la relación no se consolida.
Entre
1859 y 1860, ama apasionadamente a una desconocida dama de Valladolid, quien se
cansó de él y cuyo abandono lo sumió en la desesperación. En 1860 publica “Cartas
literarias a una mujer” en donde explica la esencia de sus Rimas que aluden a
lo inefable. El 19 de mayo de 1861 se casa con Casta Esteban y Navarro.
En
1863, Bécquer padece una grave recaída en su tuberculosis y, para recuperarse, se
traslada al Monasterio de Veruela (Zaragoza), situado en las faldas del Moncayo
y cuyo aire puro era recomendado como tratamiento. Gustavo escribió allí las
cartas agrupadas después en "Desde mi celda". Y también varias de sus
leyendas.
Se
recupera y se marcha a Sevilla con su familia. En 1868, su libro de poemas
desaparece en los disturbios revolucionarios y marcha a Toledo donde permanece
un breve tiempo.
En
septiembre de 1870, la muerte de su inseparable hermano y colaborador le sume
en una honda tristeza. Bécquer, muere el 22 de diciembre del mismo año a los 34
años de edad a causa de tuberculosis, sífilis o por problemas en el hígado. Antes
de morir, pide a su amigo Augusto Ferrán que quemase sus cartas y que publicase
su obra. Tenía el presentimiento de que muerto sería más y mejor conocido que
vivo.
El
pintor Casado del Alisal propone a varios de los asistentes la publicación de
las obras del malogrado escritor. La edición de sus Obras completas salen en
1871 en dos volúmenes y en sucesivas ediciones se añaden otros escritos.
En
1871, lo editarán sus amigos con un prólogo de Rodríguez Correa en dos
volúmenes con el título de Rimas y junto a sus Leyendas en prosa. En sucesivas
ediciones se amplió la selección. En sus setenta y seis “Rimas breves” concentró
en ellas la poesía que hubiera querido verter en numerosos poemas más extensos
que no escribió.
Gustavo
Adolfo Bécquer demostró ser un prosista rivalizando con los mejores de su época,
pero su superior inspiración e imaginación lo hace un absoluto maestro en la
prosa lírica.
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