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domingo, 1 de octubre de 2017

Gustavo Adolfo Becquer, un poeta romántico

Gustavo Adolfo Bécquer, pintado por su hermano
Valeriano Bécquer, 1862
En este artículo veremos la vida y obra de uno de los más grandes creadores de la prosa lírica, Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida, mejor conocido como Gustavo Adolfo Bécquer. Nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836; hijo del pintor José Domínguez Insausti y de Joaquina Bastida Vargas. Tanto Gustavo Adolfo como su hermano, el pintor Valeriano, adoptaron Bécquer como primer apellido, procedente de su abuelo paterno.
Gustavo fue un poeta y narrador español al que se le ubica en el movimiento del Romanticismo tardío o posromanticismo. Su obra más célebre son las Rimas y Leyendas que alcanzaron la fama sólo después de su muerte.
Su padre murió el 26 de enero de 1841, cuando el poeta sólo contaba con cuatro años y, en 1847, fallece también la madre.
Gustavo se va a vivir con su madrina, Manuela Monnehay Moreno, quien disponía de una selecta biblioteca poética. Tras ciertos escarceos literarios en El trono y la nobleza de Madrid y en las revistas sevillanas La Aurora y El Porvenir, marchó en 1854 a Madrid. El poeta escribe, en colaboración con sus amigos Julio Nombela y Luis García Luna bajo el seudónimo de Gustavo García, comedias y zarzuelas como “La novia y el pantalón”, en la que satiriza el ambiente burgués y antiartístico que le rodea, o “La venta encantada”, basada en Don Quijote de la Mancha.
En 1857, obtiene un modesto empleo dentro de la Dirección de Bienes Nacionales el cual pierde. En 1858 conoce a la hermosa cantante de ópera Julia Espín quien sería su musa. Gustavo se enamora y empieza a escribir las primeras Rimas, pero la relación no se consolida.
Entre 1859 y 1860, ama apasionadamente a una desconocida dama de Valladolid, quien se cansó de él y cuyo abandono lo sumió en la desesperación. En 1860 publica “Cartas literarias a una mujer” en donde explica la esencia de sus Rimas que aluden a lo inefable. El 19 de mayo de 1861 se casa con Casta Esteban y Navarro.
En 1863, Bécquer padece una grave recaída en su tuberculosis y, para recuperarse, se traslada al Monasterio de Veruela (Zaragoza), situado en las faldas del Moncayo y cuyo aire puro era recomendado como tratamiento. Gustavo escribió allí las cartas agrupadas después en "Desde mi celda". Y también varias de sus leyendas.
Se recupera y se marcha a Sevilla con su familia. En 1868, su libro de poemas desaparece en los disturbios revolucionarios y marcha a Toledo donde permanece un breve tiempo.
En septiembre de 1870, la muerte de su inseparable hermano y colaborador le sume en una honda tristeza. Bécquer, muere el 22 de diciembre del mismo año a los 34 años de edad a causa de tuberculosis, sífilis o por problemas en el hígado.​ Antes de morir, pide a su amigo Augusto Ferrán que quemase sus cartas y que publicase su obra. Tenía el presentimiento de que muerto sería más y mejor conocido que vivo.
El pintor Casado del Alisal propone a varios de los asistentes la publicación de las obras del malogrado escritor. La edición de sus Obras completas salen en 1871 en dos volúmenes y en sucesivas ediciones se añaden otros escritos.
En 1871, lo editarán sus amigos con un prólogo de Rodríguez Correa en dos volúmenes con el título de Rimas y junto a sus Leyendas en prosa. En sucesivas ediciones se amplió la selección. En sus setenta y seis “Rimas breves” concentró en ellas la poesía que hubiera querido verter en numerosos poemas más extensos que no escribió.

Gustavo Adolfo Bécquer demostró ser un prosista rivalizando con los mejores de su época, pero su superior inspiración e imaginación lo hace un absoluto maestro en la prosa lírica. 

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